Lengua-do frito
jueves, 5 de abril de 2018
historia
Cuando se lanzaron a la aventura de explorar los alrededores del lugar en el que se habían establecido, nunca se imaginaron las complicaciones que les esperaban.
Los cuatro tripulantes salieron de la nave, dispuestos a conocer una pequeña parte de aquel nuevo planeta, de aspecto rocoso, picos y montañas les rodeaban y no veían ni una zona de llanura.
A pesar de la imagen de aquellos suelos, no eran tan sólidos como parecían, según fueron caminando se dieron cuenta de que la mayor parte eran enormes zonas de algo parecido a arenas movedizas, viscosas y aterradoras.
Siguieron caminando, recogiendo muestras de algunas rocas, de aquella sustancia desconocida, haciendo pruebas para conocer la temperatura, los gases que les rodeaban... Cuando de pronto una de las exploradoras, Teresa, avisó al resto de lo que había visto, algo parecido a una charca con agua. Debían tomar muestras y comprobar lo que era ya que podría ser un gran descubrimiento. Pero Alba señaló el problema que tenían, la charca se encontraba rodeada por aquel material que hacía las veces de arenas movedizas.
Teresa, quien lo había visto, estaba dispuesta a llegar a ella de cualquier manera pero uno de sus compañeros, Andrés, le hizo pararse a pensar. Debían ir con cuidado, sobretodo cuando no sabían la composición de aquel líquido.
Tanto Teresa como Pedro no cabían en sí de la emoción y mientras Andrés y Alba hablaban de alguna manera de llegar hasta allí, los otros dos, entusiastas, metieron con cuidado un palo en aquella especie de barro. No pasó nada. No llegaron a un fondo. Se miraron y metieron un pie. Tampoco pasó nada, no parecía peligroso. Encontraron una especie de fondo y se metieron del todo. Las cartas estaban echadas.
Pedro se agarró al borde y para cuando los otros quisieron darse cuenta ya le había dado la mano a Teresa que ya estaba intentando llegar a aquella especie de agua.
Alba y Andrés estaban desesperados, veían como ambos se iban hundiendo y estaban aterrados, no sabían qué hacer. Teresa les pidió un recipiente para el agua, aquella sustancia cubría su casco a la altura de los ojos, no tenían más tiempo.
Andrés lanzó un recipiente que se perdió en aquel barro viscoso, al segundo intento consiguió que cayera en el agua y Teresa lo pudo llenar para volver a tirarlo a la orilla. Todos estaban asustados pero Alba pudo reaccionar y tiró de Pedro, que a su vez tiraba de Teresa. Cuando Andrés empezó a tirar consiguieron sacar a Pedro pero Teresa estaba completamente cubierta. Siguieron tirando de ella, gritando, desesperados.
Cuando por fin sacó la cabeza el alivio fue enorme. Consiguió salir y volvieron entusiasmados aunque aún en shock a la nave. ¡Aquel líquido podría ser agua!
Los cuatro tripulantes salieron de la nave, dispuestos a conocer una pequeña parte de aquel nuevo planeta, de aspecto rocoso, picos y montañas les rodeaban y no veían ni una zona de llanura.
A pesar de la imagen de aquellos suelos, no eran tan sólidos como parecían, según fueron caminando se dieron cuenta de que la mayor parte eran enormes zonas de algo parecido a arenas movedizas, viscosas y aterradoras.
Siguieron caminando, recogiendo muestras de algunas rocas, de aquella sustancia desconocida, haciendo pruebas para conocer la temperatura, los gases que les rodeaban... Cuando de pronto una de las exploradoras, Teresa, avisó al resto de lo que había visto, algo parecido a una charca con agua. Debían tomar muestras y comprobar lo que era ya que podría ser un gran descubrimiento. Pero Alba señaló el problema que tenían, la charca se encontraba rodeada por aquel material que hacía las veces de arenas movedizas.
Teresa, quien lo había visto, estaba dispuesta a llegar a ella de cualquier manera pero uno de sus compañeros, Andrés, le hizo pararse a pensar. Debían ir con cuidado, sobretodo cuando no sabían la composición de aquel líquido.
Tanto Teresa como Pedro no cabían en sí de la emoción y mientras Andrés y Alba hablaban de alguna manera de llegar hasta allí, los otros dos, entusiastas, metieron con cuidado un palo en aquella especie de barro. No pasó nada. No llegaron a un fondo. Se miraron y metieron un pie. Tampoco pasó nada, no parecía peligroso. Encontraron una especie de fondo y se metieron del todo. Las cartas estaban echadas.
Pedro se agarró al borde y para cuando los otros quisieron darse cuenta ya le había dado la mano a Teresa que ya estaba intentando llegar a aquella especie de agua.
Alba y Andrés estaban desesperados, veían como ambos se iban hundiendo y estaban aterrados, no sabían qué hacer. Teresa les pidió un recipiente para el agua, aquella sustancia cubría su casco a la altura de los ojos, no tenían más tiempo.
Andrés lanzó un recipiente que se perdió en aquel barro viscoso, al segundo intento consiguió que cayera en el agua y Teresa lo pudo llenar para volver a tirarlo a la orilla. Todos estaban asustados pero Alba pudo reaccionar y tiró de Pedro, que a su vez tiraba de Teresa. Cuando Andrés empezó a tirar consiguieron sacar a Pedro pero Teresa estaba completamente cubierta. Siguieron tirando de ella, gritando, desesperados.
Cuando por fin sacó la cabeza el alivio fue enorme. Consiguió salir y volvieron entusiasmados aunque aún en shock a la nave. ¡Aquel líquido podría ser agua!
miércoles, 4 de abril de 2018
tic tac
Tic tac, tic tac, tic tac, tic... Sigo mirando al techo de mi habitación y cada vez me resulta más interesante. Veo imágenes encadenadas como formando una película.
Tic tac, tic tac, tic tac, tic... El tiempo pasa, suena raro, ¿no crees? El tiempo pasa sobre mí también y a cada segundo soy más vieja, a cada segundo me acerco más al temido momento de la muerte.
Tic tac, tic tac, tic tac, tic... Las imágenes pasan y tú sales en todas. Recuerdo aquel paseo por el parqeue. ¿Te acuerdas del helado de pistacho? Me da miedo pensarlo.
Tic tac, tic tac, tic tac, tic... Decimos que nos asusta la muerte pero yo no me lo creo. Moriremos. Y para entonces nos dará igual. A mí es la muerte de los demás la que me aterra, la que yo voy a vivir.
Tic tac, tic tac, tic tac, tic... Misa, lágrimas, cielo, abrazos. Ojalá creyeses en el cielo. Ojalá lo hiciese yo. Ojalá encontrar la manera de pensar en ti ahora, porque aunque quiera que estés en algún lugar mejor, sólo no existes y no sé pensar en la nada.
Tic tac, tic tac, tic tac, tic... Cuando muere alguien que quieres es cuando, por fin, la muerte duele. Pero si no sé pensar en la nada, ¿cómo es que puedo pensar en ti? Si eres nada y te pienso, quizás aún seas algo. Si eres nada y te pienso, quizás no seas "nada" y sigas viva en mis recuerdos. Que frase tan típica, tan cliché. Pero piénsalo. Si te estoy escribiendo y pienso en ti como sé que otros hacen, ¿no será que aún estás aquí, aunque sólo sea en esta carta?
jueves, 25 de mayo de 2017
rap
Se oye la televisión
hay dos chicos en un sillón
Lucas no presta atención
con Maros necesita hablar,
que le de una solución.
el corazón le va a estallar,
solo sabe susurrar:
Julia me ha dejado de gustar
estoy enamorado
del chico adorado
de la calle de al lado
¿debería contarle lo que a ti te he contado?
Te gusta Daniel ¿Aquel chico lanzado?
ya se lo tendrías que haber revelado
sabrá entenderte como nadie ha logrado
creerá que soy raro,
que solo soy malo,
que no quiero su mano
debería apartarme,
alejarme, perderme,
esconder lo que soy
y ya nunca moverme
eres mi amigo
y si algo no permito
es que por ti mismo
te hayas herido
has de decirlo
ahora escucha la historia
de un sueño dormido
Tamara vivía sobre tacones altos
perfecta manicura y vestidos caros
revistas de modelos y besos perdidos
y aunque ella no encajaba, les seguía el hilo
un día a su lado se sentó un nuevo chico,
hablaron de libros, películas y discos
sus amigas creyeron que eran pareja
empezaron a buscar teorías complejas
tamara sabía que quería a esas chicas,
que quería a ese chico,
pero que tan solo eran sus amigos
ella se alejó de sus antiguas compañeras
cambió de estilo, escribía canciones enteras
ya no era de aquellas chicas perfectas
un buen día decidió ser sincera
en un concierto tocó la guitarra para ellas
demostrando que siendo distintas
todavía podían ser amigas
y que el chico de aquel día
es el amigo en el que más confía,
al final lo mejor es ser solo tú misma.
¿qué significa todo esto?
que todo cuesta un esfuerzo
que no eres perfecto
que la vida es un muermo
esconderte sera eterno
se tu mismo y se directo
Lucas explicó a Julia lo sucedido
y aunque le dolió, siempre lo había sabido
por fin llega el momento temido
estaba hablando con Dani, lo había conseguido
no paraba de balbucear, estaba perdido
la respuesta del chico nunca la habrías creído
le besó como si fuese lo mejor que había vivido
y termina la historia de algún conocido
que asumió quién era y fue él mismo.
hay dos chicos en un sillón
Lucas no presta atención
con Maros necesita hablar,
que le de una solución.
el corazón le va a estallar,
solo sabe susurrar:
Julia me ha dejado de gustar
estoy enamorado
del chico adorado
de la calle de al lado
¿debería contarle lo que a ti te he contado?
Te gusta Daniel ¿Aquel chico lanzado?
ya se lo tendrías que haber revelado
sabrá entenderte como nadie ha logrado
creerá que soy raro,
que solo soy malo,
que no quiero su mano
debería apartarme,
alejarme, perderme,
esconder lo que soy
y ya nunca moverme
eres mi amigo
y si algo no permito
es que por ti mismo
te hayas herido
has de decirlo
ahora escucha la historia
de un sueño dormido
Tamara vivía sobre tacones altos
perfecta manicura y vestidos caros
revistas de modelos y besos perdidos
y aunque ella no encajaba, les seguía el hilo
un día a su lado se sentó un nuevo chico,
hablaron de libros, películas y discos
sus amigas creyeron que eran pareja
empezaron a buscar teorías complejas
tamara sabía que quería a esas chicas,
que quería a ese chico,
pero que tan solo eran sus amigos
ella se alejó de sus antiguas compañeras
cambió de estilo, escribía canciones enteras
ya no era de aquellas chicas perfectas
un buen día decidió ser sincera
en un concierto tocó la guitarra para ellas
demostrando que siendo distintas
todavía podían ser amigas
y que el chico de aquel día
es el amigo en el que más confía,
al final lo mejor es ser solo tú misma.
¿qué significa todo esto?
que todo cuesta un esfuerzo
que no eres perfecto
que la vida es un muermo
esconderte sera eterno
se tu mismo y se directo
Lucas explicó a Julia lo sucedido
y aunque le dolió, siempre lo había sabido
por fin llega el momento temido
estaba hablando con Dani, lo había conseguido
no paraba de balbucear, estaba perdido
la respuesta del chico nunca la habrías creído
le besó como si fuese lo mejor que había vivido
y termina la historia de algún conocido
que asumió quién era y fue él mismo.
miércoles, 3 de mayo de 2017
Cuento
Se oye la televisión y hay dos chicos sentados en el sofá. Lucas está mirando a la pantalla pero no está prestando atención a la película, necesita hablar con Marcos de algo:
-Marcos.
-¿Sí?
-Tengo que pedirte un consejo.
-Cuéntame- dice Marcos mientras baja el volumen de la televisión.
-No sé que me pasa.
-¿A que te refieres?
-Es con Julia... -habla muy suave, nervioso- Y con Dani.
-¿Julia y Dani? Pero, ¿se conocen?
-No, no. Es que...
-Venga Lucas, di.
-Es que creo que ya no me gusta Julia.
-¿Y a ella le gusta Dani?-pregunta Marcos confuso- No entiendo que tiene que ver sino.
-A ver, es que...
-Lucas, dímelo, que no pasa nada.
-Pero...
-Va, dilo.
-Creo que no me gusta Julia porque... Me gusta Dani.
-¿Qué?¿Te gusta Dani? Ya si que me he perdido, no entiendo nada.
-Sí, me gusta Dani.
-Pero, ¿eres gay?
-Eso es lo que no entiendo, estoy un poco confundido, si me gusta... Será que sí, ¿no?
-¿Por qué no me lo habías dicho?
-¡Porque no lo sé ni yo!-dice Lucas ya un poco alterado.
-Vale, vale. Pero porque él te guste no tienes que ser gay, puedes ser bisexual, ¿no?
-Supongo...
-¿Y qué piensas hacer?-pregunta Marcos interesado.
-No lo sé, ¿qué crees tú?
-Deberías decírselo.
-¿Qué?¡No!-Lucas no se lo puede creer, no puede decirle eso.
-Sí, con estas cosas es mejor arriesgarse. Además, ¿sino que vas a hacer? ¿Esconderlo toda tú vida? ¿Hacer cómo que no te gustan los chicos?
-No sé, Marcos... Es que la gente...
-¿No ves que yo me lo he tomado bien? Mira, te voy a contar algo que le pasó a Tamara.
-Pero,¿qué?
-Tú escucha:
Tamara era la típica chica, tacones altos, vestidos, perfecta manicura, labios rojos y rimmel. Iba a fiestas con sus amigas y hablaban de lo mal que le quedaba el vestido a esa chica, de lo guapo que era aquel chico, de una famosa o de otra. Y así, todos los días.
Con ese maquillaje que jamás se quitaba. Hablando de programas de culebrones, revistas de modelos, tacones, cirugía plástica y sombras de ojos.
Lo cierto es que se llevaba bien con esas chicas. Todas ellas disfrutaban de su día a día, y sus temas de conversación. Tamara nunca ha pensado que sea peor hablar de pintalabios que de literatura. Pero ella no encajaba.
Un buen día comenzó a hablar con un chico que se sentaba a su lado. Hablaban de música, de libros, de películas. De la carrera artística que él aspiraba a estudiar.
Y sus amigas lo único que hacían era preguntarle una y otra vez que si ya se habían declarado, que si estaban saliendo juntos. Ella ya no sabía cómo decirles que no. Cada día pasaba más tiempo con él y sus amigas no querían creer que solo fuesen amigos.
Tamara empezó a cambiar de estilo, en su habitación ahora se oía otra música, en sus paredes en vez de pósters había dibujos y por la mesa en vez de revistas había novelas. Llevaba vaqueros y camisetas grandes. Botas en vez de tacones. Más rojo en los labios y más oscuro en los ojos. Poco a poco dejaba ver quién era.
Llegó el día en el que el instituto permitía que los alumnos hiciesen algún tipo de actuación. Tamara y su grupo de amigas solo iban de espectadoras pero les gustaba ver a sus compañeros actuar. Este año fue distinto.
Ella les dijo que tenía que celebrar el cumpleaños de su madre y que no podría ir, pero que fuesen sin ella. Sus amigas estaban ya un poco enfadadas porque sentían que Tamara se estaba apartando mucho de su grupo, y querían que volviese a ser como antes.
Fueron al festival y escucharon a un grupo cantar un tema rockero, dos chicas bailaron, una chica tocó un solo de batería, otra hizo un espectáculo de magia y un chico se dedicó a recitar un poema. Cuando solo quedaba una persona por actuar toda la sala se quedó en silencio y en el escenario apareció Tamara con su guitarra colgada. No quería levantar la vista porque sabría que se moriría de nervios pero todas sus amigas estaban entre indignadas y asombradas.
Tocó una balada, suave, cantando sobre los acordes y mirando las cuerdas. Déjandose el alma en la canción. Las primeras en aplaudir fueron sus amigas.
Cuando bajó del escenario la abrazaron entre todas y por fin hablaron. Tamara era otro tipo de persona. Música, guitarra, poesía y pintura. No era como ellas. Pero la querían, igual, como fuese. Y ahora que era ella, y que era auténtica, todo funcionaba mejor.
Hablaba de unas cosas con ellas y de otras con aquel chico, Y se llevaban igual de bien e incluso mejor, porque al final ser tú mismo sirve mejor que ninguna estratagema.
-Y con esto, ¿qué me quieres decir, Marcos?
-Qué a todos nos cuesta un esfuerzo ser quiénes de verdad somos. Pero que cuando lo conseguimos al final sirve para algo. Que no es en vano. Que la vida transcurre más alegre si no te escondes.
-Supongo que tienes razón... Pero es que no quiero hacer esto.
-Lucas, ¿sabes quién era el amigo de Tamara?
-No, pero ¿qué tiene que ver?
-Que era Dani. Que él ya ha visto a alguien cambiar para acabar siendo como de verdad es. Que no es la primera vez que es el causante de que una persona se de cuenta de que en realidad es de otra manera. Y que se lo va a tomar bien en cualquier caso.
-De acuerdo... Lo más probable es que tengas razón, hablaré con él.
-¡Genial!
-Gracias, Marcos.
-De nada, tío.
Lucas habló al día siguiente con Julia, lo primero. Le explicó lo sucedido, y dijo que no quería herirla y preferia avisar antes de que las cosas fuesen a peor. Ella lo entendió. Lo cierto es que lo que le hizo sentir tan mal no fue que existiese un chico concretamente, sino que existiese alguien más. Que ella ya no fuese su pareja ideal. Pero lo superará, ya lo ha hecho más veces.
Después se lanzó a hablar con Dani, ¿qué podría salir mal? Le dijo que había algo importante que necesitaba decirle, y él atentamente escuchó todo aquello que Lucas necesitaba contar. Le contó todo lo que sentía, todas las confusiones que eso le había provocado, todas las dudas, y todos los miedos. Le contó lo mucho que le había costado decírselo a Julia sabiendo que le haría daño, y le contó como Marcos había usado de ejemplo la historia de su amiga.
La respuesta de Dani fue simple. Lucas no paraba de hablar, Dani le besó. Y así por fin dejó de ponerse tan nervioso, se relajó y dejó las cosas suceder. Que al fin y al cabo lo mejor que puedes hacer es ser tú mismo.
-Marcos.
-¿Sí?
-Tengo que pedirte un consejo.
-Cuéntame- dice Marcos mientras baja el volumen de la televisión.
-No sé que me pasa.
-¿A que te refieres?
-Es con Julia... -habla muy suave, nervioso- Y con Dani.
-¿Julia y Dani? Pero, ¿se conocen?
-No, no. Es que...
-Venga Lucas, di.
-Es que creo que ya no me gusta Julia.
-¿Y a ella le gusta Dani?-pregunta Marcos confuso- No entiendo que tiene que ver sino.
-A ver, es que...
-Lucas, dímelo, que no pasa nada.
-Pero...
-Va, dilo.
-Creo que no me gusta Julia porque... Me gusta Dani.
-¿Qué?¿Te gusta Dani? Ya si que me he perdido, no entiendo nada.
-Sí, me gusta Dani.
-Pero, ¿eres gay?
-Eso es lo que no entiendo, estoy un poco confundido, si me gusta... Será que sí, ¿no?
-¿Por qué no me lo habías dicho?
-¡Porque no lo sé ni yo!-dice Lucas ya un poco alterado.
-Vale, vale. Pero porque él te guste no tienes que ser gay, puedes ser bisexual, ¿no?
-Supongo...
-¿Y qué piensas hacer?-pregunta Marcos interesado.
-No lo sé, ¿qué crees tú?
-Deberías decírselo.
-¿Qué?¡No!-Lucas no se lo puede creer, no puede decirle eso.
-Sí, con estas cosas es mejor arriesgarse. Además, ¿sino que vas a hacer? ¿Esconderlo toda tú vida? ¿Hacer cómo que no te gustan los chicos?
-No sé, Marcos... Es que la gente...
-¿No ves que yo me lo he tomado bien? Mira, te voy a contar algo que le pasó a Tamara.
-Pero,¿qué?
-Tú escucha:
Tamara era la típica chica, tacones altos, vestidos, perfecta manicura, labios rojos y rimmel. Iba a fiestas con sus amigas y hablaban de lo mal que le quedaba el vestido a esa chica, de lo guapo que era aquel chico, de una famosa o de otra. Y así, todos los días.
Con ese maquillaje que jamás se quitaba. Hablando de programas de culebrones, revistas de modelos, tacones, cirugía plástica y sombras de ojos.
Lo cierto es que se llevaba bien con esas chicas. Todas ellas disfrutaban de su día a día, y sus temas de conversación. Tamara nunca ha pensado que sea peor hablar de pintalabios que de literatura. Pero ella no encajaba.
Un buen día comenzó a hablar con un chico que se sentaba a su lado. Hablaban de música, de libros, de películas. De la carrera artística que él aspiraba a estudiar.
Y sus amigas lo único que hacían era preguntarle una y otra vez que si ya se habían declarado, que si estaban saliendo juntos. Ella ya no sabía cómo decirles que no. Cada día pasaba más tiempo con él y sus amigas no querían creer que solo fuesen amigos.
Tamara empezó a cambiar de estilo, en su habitación ahora se oía otra música, en sus paredes en vez de pósters había dibujos y por la mesa en vez de revistas había novelas. Llevaba vaqueros y camisetas grandes. Botas en vez de tacones. Más rojo en los labios y más oscuro en los ojos. Poco a poco dejaba ver quién era.
Llegó el día en el que el instituto permitía que los alumnos hiciesen algún tipo de actuación. Tamara y su grupo de amigas solo iban de espectadoras pero les gustaba ver a sus compañeros actuar. Este año fue distinto.
Ella les dijo que tenía que celebrar el cumpleaños de su madre y que no podría ir, pero que fuesen sin ella. Sus amigas estaban ya un poco enfadadas porque sentían que Tamara se estaba apartando mucho de su grupo, y querían que volviese a ser como antes.
Fueron al festival y escucharon a un grupo cantar un tema rockero, dos chicas bailaron, una chica tocó un solo de batería, otra hizo un espectáculo de magia y un chico se dedicó a recitar un poema. Cuando solo quedaba una persona por actuar toda la sala se quedó en silencio y en el escenario apareció Tamara con su guitarra colgada. No quería levantar la vista porque sabría que se moriría de nervios pero todas sus amigas estaban entre indignadas y asombradas.
Tocó una balada, suave, cantando sobre los acordes y mirando las cuerdas. Déjandose el alma en la canción. Las primeras en aplaudir fueron sus amigas.
Cuando bajó del escenario la abrazaron entre todas y por fin hablaron. Tamara era otro tipo de persona. Música, guitarra, poesía y pintura. No era como ellas. Pero la querían, igual, como fuese. Y ahora que era ella, y que era auténtica, todo funcionaba mejor.
Hablaba de unas cosas con ellas y de otras con aquel chico, Y se llevaban igual de bien e incluso mejor, porque al final ser tú mismo sirve mejor que ninguna estratagema.
-Y con esto, ¿qué me quieres decir, Marcos?
-Qué a todos nos cuesta un esfuerzo ser quiénes de verdad somos. Pero que cuando lo conseguimos al final sirve para algo. Que no es en vano. Que la vida transcurre más alegre si no te escondes.
-Supongo que tienes razón... Pero es que no quiero hacer esto.
-Lucas, ¿sabes quién era el amigo de Tamara?
-No, pero ¿qué tiene que ver?
-Que era Dani. Que él ya ha visto a alguien cambiar para acabar siendo como de verdad es. Que no es la primera vez que es el causante de que una persona se de cuenta de que en realidad es de otra manera. Y que se lo va a tomar bien en cualquier caso.
-De acuerdo... Lo más probable es que tengas razón, hablaré con él.
-¡Genial!
-Gracias, Marcos.
-De nada, tío.
Lucas habló al día siguiente con Julia, lo primero. Le explicó lo sucedido, y dijo que no quería herirla y preferia avisar antes de que las cosas fuesen a peor. Ella lo entendió. Lo cierto es que lo que le hizo sentir tan mal no fue que existiese un chico concretamente, sino que existiese alguien más. Que ella ya no fuese su pareja ideal. Pero lo superará, ya lo ha hecho más veces.
Después se lanzó a hablar con Dani, ¿qué podría salir mal? Le dijo que había algo importante que necesitaba decirle, y él atentamente escuchó todo aquello que Lucas necesitaba contar. Le contó todo lo que sentía, todas las confusiones que eso le había provocado, todas las dudas, y todos los miedos. Le contó lo mucho que le había costado decírselo a Julia sabiendo que le haría daño, y le contó como Marcos había usado de ejemplo la historia de su amiga.
La respuesta de Dani fue simple. Lucas no paraba de hablar, Dani le besó. Y así por fin dejó de ponerse tan nervioso, se relajó y dejó las cosas suceder. Que al fin y al cabo lo mejor que puedes hacer es ser tú mismo.
miércoles, 26 de abril de 2017
Mester de Clerecía VS Mester de Juglaría
Mester de Clerecía
TEMA: religioso o histórico
CANTADO: por los clérigos
ESTRUCTURA: cesuras y hemistiquios
MÉTRICA: 14 sílabas
LENGUAJE: romance, lenguaje culto
RECURSOS LITERARIOS: epítetos, paralelismos...
Mester de Juglaría
TEMA: novelesco y épicoCANTADO: por juglares
ESTRUCTURA: cesuras y hemistiquios
MÉTRICA: 16 sílabas
LENGUAJE: romance, lenguaje sencillo
RECURSOS LITERARIOS: epítetos, paralelismos...
miércoles, 15 de marzo de 2017
Discantus
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